El lobo negro constituye una variante de color del conocido lobo gris. Algunos ejemplares se han encontrado integrando manadas de lobos rojos y probablemente aún hoy sea posible hacerlo. Según una investigación genética de la Universidad de Medicina de Stanford y la Universidad de California, los lobos con pieles negras deben su coloración distintiva a una mutación que se produjo en los perros domésticos, y se llevó a los lobos a través de la hibridación entre los lobos y los perros.
La piel de un lobo negro era considerada por los nativos de Nueva Inglaterra en un valor de más de 40 pieles de castor americano y un simbolismo elevado. Si un cacique aceptaba un regalo consistente en una piel de lobo negro, se entendía que se estaba produciendo un acto de reconciliación.
En el sur estadounidense los lobos negros fueron además considerados una especie distinta a la del norte, debido a las diferencias en el color y la morfología. Por ello fueron nombrados como especie “nublada” o lobos oscuros (Canis nubilus). Las poblaciones de estos se identificaban mayormente en territorio de Missouri, y eran de un tamaño intermedio entre los lobos y coyotes comunes.

No hay comentarios:
Publicar un comentario